martes, 22 de septiembre de 2009

Alma



He tenido el alma perdida, quizás no me di cuenta cuando la derroché y por eso nunca la supe buscar. Tuve el alma en un rincón olvidado de los domingos por la tarde resolviendo crucigramas de cinco palabras y esgrimiendo aburridos silencios. He agotado el sentimiento vendiendo caricias a precio de saldo y besos de alcobas multitudinarias. Y total, para sentirme lejos del alma que todo lo ordena. Pero pasó lo que tenía que pasar, sucedió que volvió a rendirme cuentas por la felicidad.

Hoy el alma esta conmigo sumergido en un sinfín de aventuras, llena de si misma hace que todo tenga un sentido real ante la indudable realidad que nos da un amor verdadero. Hoy el silencio es una canción de tequieros que llenan el universo de los presentes. Un alma con hermana que se recrea en las virtudes de sentirse acompañada, libre, viva, nueva. Hoy hay alma para amar, y en los amaneceres de cada segundo hay un momento para decirte, amada mía, que toda mi alma te quiere.

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