lunes, 13 de julio de 2009

CONTIGO APRENDÍ (Armando Manzanero)

CONTIGO APRENDÍ
QUE EXISTEN NUEVAS
Y MEJORES EMOCIONES
CONTIGO APRENDÍ
A CONOCER UN MUNDO NUEVO
DE ILUSIONES

APRENDÍ QUE LA SEMANA TIENE MÁS DE SIETE DÍAS
HACER MAYORES MIS CONTADAS ALEGRÍAS
Y A SER DICHOSO YO CONTIGO LO APRENDÍ
CONTIGO APRENDÍ
A VER LA LUZ DEL OTRO LADO DE LA LUNA
CONTIGO APRENDÍ
QUE TU PRESENCIA NO LA CAMBIO
POR NINGUNA
APRENDÍ QUE PUEDE UN BESO SER MÁS
DULCE Y MÁS PROFUNDO
QUE PUEDO IRME MAÑANA MISMO
DE ESTE MUNDO
LAS COSAS BUENAS YO CONTIGO LAS VIVÍ
Y CONTIGO APRENDÍ
QUE YO NACÍ EL DÍA QUE TE CONOCÍ

miércoles, 8 de julio de 2009

Momento

Quiero trazar en mi pecho la silueta de tu rostro apoyado mientras con mi mano acaricio tu pelo, contando horas tranquilas y respirando el aroma de nuestros cuerpos. Quiero suspirar cada minuto impar y en los pares decirte con palabras que me encanta este aire. Quiero mimarte, mirarte, mezclarte. Quiero besarte, abrazarte, remezclarte. Y en este espacio entre el deseo y la realidad, poderte decir sin miedo, sin reflejos y guardarme un secreto lo mucho que quiero quererte.

lunes, 6 de julio de 2009

Me veo claramente



Me veo claramente, hace tan solo unos meses expuesto en estas líneas buscando frases que despertaran los sentidos. Me veo claramente afilando el corazón como un pintor preparando su pincel: minucioso, curioso, atento.

Un día sin más y sobre todo sin querer, mi mirada más navegante se amurallo en aquel metro cuadrado donde me encerró. Al principio pensé que con Ella, juntos y acompañados, luego al caer en la cuenta, encerrados sí pero en distintas celdas. Y no sentí la clausura, en islas más desiertas naufragué, ni siquiera hubo fobias ni claustros, simplemente viví en el espacio y hasta en tan corta franja sentí existir. Pero no contaba con la falta de aire, no contaba con su existencia y la posibilidad de su ausencia; y sin pensar respiré derrochando aquel bien preciado, aquel oxigeno aromatizado que igual embriagaba como asesinaba, y lo perdí y se acabó y desvanecí.

Y ya consciente, como en el retardo de un sueño, lejos ya de las paredes y la estreches, el destino, ese sabio de los resúmenes, me llevo a las costas semidemocráticas del mar de la multitud, de espacio abierto de sueños, de ser ala que dibuja el cielo, de ser viento que revolotea por entre las calles. Y mis ojos volvieron al celeste del más allá del mar, a ser soñador del horizonte y ser nadador de emociones sin tener que mirar atrás.