martes, 13 de noviembre de 2007

CASO PERDIDO


(En un banco de un parque. Tarde fresca de otoño)

EL COMEDIANTE: Buenas tardes Conciencia.
CONCIENCIA: ¿Qué tal de Paz? ¿Qué te trae por aquí?.
EL COMEDIANTE: Si te digo que estoy de paso no me vas a creer, ¿verdad? En realidad echaba de menos charlar contigo rato y me he decidido a venir.
CONCIENCIA: Siempre eres bien venido a mi en retiro. No hubo duda que te perturbara que no me encantara desdibujar. No voy a decirte que fue divertido pero si entretenido. Que buenas charlas, que grandes canciones.
EL COMEDIANTE: Si... sí la verdad, supimos reírnos mientras se hundía el universo. Hoy, a la mayoría de mis dudas las dejé allá donde se encontrarán, que las vi bien, cada vez más valientes.
CONCIENCIA: Me alegro por ti muchacho. Las dudas no son más que miedos que nos cuesta reconocer. Y dime, qué te trae entonces por esta jardín de tormentas que es tu propia cabeza.
EL COMEDIANTE: No traigo preguntas ni salves ni incertidumbres. Vengo por algo mas personal querida Conciencia, pero es que no sé como expresarlo.
CONCIENCIA: De Paz, nos conocemos de viejo, todo entre nosotros ha sido claro y nunca hemos tenido problemas. Anda, pregúntame lo que quieras.
EL COMEDIANTE: Es que me da apuro por eso mismo, son muchos años de amistad y no quiero que malinterpretes mi palabras ni actos.
CONCIENCIA: Anda, insisto capullo, dispara.

BANG.

SRA TOWNSHEND: (mientras se llevaba las manos a la cabeza y atrapada en el pánico) AAAAAAAAAAAAAAHHH