viernes, 15 de enero de 2010

Imagen




Tú, si tú, el de la foto. Tienes una forma algo extraña de creer que te miro. Si acaso, te observo con ojos estudiantes y pensamiento abierto, pero nada más. Me parece enormemente curioso observarte, yo que creo que te sé y te reconozco. Claro, hay algo que es indiscutible: no conoces de tu intimidad, ni de tu interior, ni un tanto como te sé yo. Eres solo pantalla, una especie de ente en 2D que no sabes qué puedes decir a quien te observa.
Si la vanidad es femenina y el egocentrismo masculino puedo llegar a pensar que te debates entre yines y yanes como te disputas entre permanecer inmóvil o agitarte. Eres sorprendentemente parecido a mí, quizás por eso hasta te escribo. No busco criticarte, sé que sabes quién eres y qué te sabes reinventar al igual que el viento suele cambiar su sentido, su forma y su temperatura. Eres más ágil de lo que pareces ahí hecho estatua de flash y píxeles.
Pero me planteas muchas preguntas que yo invento y no me ocupo en contestar. Por eso te extrañará creer que te miro, pero es que yo no puedo mirarte ni intuir como eres o debes ser porque conozco lo que no te veo ahora... quién eres exactamente. Por eso esa sorpresa tan extraña que es verte y conocerse de nuevo con la certeza de que también Tú eres Yo, sin saber a ciencia cierta si te me pareces.

3 comentarios:

Sonia dijo...

Y qué miedo adivinarnos al mirar un reflejo, y qué angustia no reconocerse, o hacerlo ajeno.
Me ha encantado Alberto!!!
Muak!

Beatriz dijo...

Me encanta como escribes...sigue así y mientras yo...disfrutaré de ti...

Beatriz dijo...

pasaba por aquí y...te vi..sí te vi no solo te leí...me encanta la forma q tienes d expresarte..por favor, continua escribiendo y yo..te seguiré viendo..