miércoles, 9 de julio de 2008
Reflexiones actuales
La honestidad es peligrosa porque la verdad nos hace libres ante la sociedad.
En la sociedad la mentira triunfa porque mantiene la esperanza de conseguir los sueños.
Los sueños son metas para sobrevivir tratando de alcanzarlos sea cual sea su precio.
El precio es el patrimonio de quien te vende los sueños por medio de la publicidad.
La publicidad es el arte de ofrecer lo que sueñas a un precio que de beneficios.
Beneficios es la palabra más anhelada por multinacionales y ricos.
Los ricos necesitan trabajadores pobres y soñadores que hagan el sobreesfuerzo suficiente para mantener su crecimiento económico y su insatisfecha ambición.
La ambición te obliga a dominar a los demás infundiéndole el miedo a perder lo que ya tienen.
El miedo a perder lo que se tiene se propaga con palabras clave: un buen ejemplo sería ‘Crisis’.
La crisis te mantiene preocupado sobre cambios en tu estatus. Hay que trabajar más, protestar menos (es que estamos en crisis) y no perder el tiempo en pensar en ti mismo.
Pensar en ti mismo no produce beneficios porque no se consume nada descubriendo que es vivir.
Vivir es un sueño castigado por la falta de honestidad.
La honestidad es peligrosa porque nos hace libres.
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