"El día de hoy no se volverá a repetir. Vive intensamente cada instante. Lo que no significa alocadamente, sino mimando cada situación, escuchando a cada compañero, intentando realizar cada sueño positivo, buscando el éxito del otro, examinándote de la asignatura fundamental: el Amor. Para que un día no lamentes haber malgastado egoístamente tu capacidad de amar y dar vida".
El club de los poetas muertos
jueves, 29 de noviembre de 2007
viernes, 16 de noviembre de 2007
miércoles, 14 de noviembre de 2007
Vértigo
vértigo.
(Del lat. vertigo, inis, movimiento circular)
1.m. Med. Trastorno del sentido del equilibrio caracterizado por una sensación de movimiento rotatorio del cuerpo o de los objetos que lo rodean.
2. m. Med. Turbación del juicio, repentina y pasajera.
3. m. Apresuramiento anormal de la actividad de una persona o colectividad.
(No confundir con miedo)
Fuete: (la mismísima) Real Academia Española.
(Del lat. vertigo, inis, movimiento circular)
1.m. Med. Trastorno del sentido del equilibrio caracterizado por una sensación de movimiento rotatorio del cuerpo o de los objetos que lo rodean.
2. m. Med. Turbación del juicio, repentina y pasajera.
3. m. Apresuramiento anormal de la actividad de una persona o colectividad.
(No confundir con miedo)
Fuete: (la mismísima) Real Academia Española.
martes, 13 de noviembre de 2007
CASO PERDIDO
(En un banco de un parque. Tarde fresca de otoño)
EL COMEDIANTE: Buenas tardes Conciencia.
CONCIENCIA: ¿Qué tal de Paz? ¿Qué te trae por aquí?.
EL COMEDIANTE: Si te digo que estoy de paso no me vas a creer, ¿verdad? En realidad echaba de menos charlar contigo rato y me he decidido a venir.
CONCIENCIA: Siempre eres bien venido a mi en retiro. No hubo duda que te perturbara que no me encantara desdibujar. No voy a decirte que fue divertido pero si entretenido. Que buenas charlas, que grandes canciones.
EL COMEDIANTE: Si... sí la verdad, supimos reírnos mientras se hundía el universo. Hoy, a la mayoría de mis dudas las dejé allá donde se encontrarán, que las vi bien, cada vez más valientes.
CONCIENCIA: Me alegro por ti muchacho. Las dudas no son más que miedos que nos cuesta reconocer. Y dime, qué te trae entonces por esta jardín de tormentas que es tu propia cabeza.
EL COMEDIANTE: No traigo preguntas ni salves ni incertidumbres. Vengo por algo mas personal querida Conciencia, pero es que no sé como expresarlo.
CONCIENCIA: De Paz, nos conocemos de viejo, todo entre nosotros ha sido claro y nunca hemos tenido problemas. Anda, pregúntame lo que quieras.
EL COMEDIANTE: Es que me da apuro por eso mismo, son muchos años de amistad y no quiero que malinterpretes mi palabras ni actos.
CONCIENCIA: Anda, insisto capullo, dispara.
BANG.
SRA TOWNSHEND: (mientras se llevaba las manos a la cabeza y atrapada en el pánico) AAAAAAAAAAAAAAHHH
EL COMEDIANTE: Buenas tardes Conciencia.
CONCIENCIA: ¿Qué tal de Paz? ¿Qué te trae por aquí?.
EL COMEDIANTE: Si te digo que estoy de paso no me vas a creer, ¿verdad? En realidad echaba de menos charlar contigo rato y me he decidido a venir.
CONCIENCIA: Siempre eres bien venido a mi en retiro. No hubo duda que te perturbara que no me encantara desdibujar. No voy a decirte que fue divertido pero si entretenido. Que buenas charlas, que grandes canciones.
EL COMEDIANTE: Si... sí la verdad, supimos reírnos mientras se hundía el universo. Hoy, a la mayoría de mis dudas las dejé allá donde se encontrarán, que las vi bien, cada vez más valientes.
CONCIENCIA: Me alegro por ti muchacho. Las dudas no son más que miedos que nos cuesta reconocer. Y dime, qué te trae entonces por esta jardín de tormentas que es tu propia cabeza.
EL COMEDIANTE: No traigo preguntas ni salves ni incertidumbres. Vengo por algo mas personal querida Conciencia, pero es que no sé como expresarlo.
CONCIENCIA: De Paz, nos conocemos de viejo, todo entre nosotros ha sido claro y nunca hemos tenido problemas. Anda, pregúntame lo que quieras.
EL COMEDIANTE: Es que me da apuro por eso mismo, son muchos años de amistad y no quiero que malinterpretes mi palabras ni actos.
CONCIENCIA: Anda, insisto capullo, dispara.
BANG.
SRA TOWNSHEND: (mientras se llevaba las manos a la cabeza y atrapada en el pánico) AAAAAAAAAAAAAAHHH
lunes, 12 de noviembre de 2007
Universo
El universo es gigantesco, tanto que es ridículo el creerse importante por el simple hecho de ser un ser humano. Sin llegar a tragedias griegas, es tan ínfima nuestra vida,... nuestra existencia, nuestra piel y nuestros huesos. Tan insignificante, tan nada o casi nada que total, ¿qué es la nada para el universo? Y sin embargo somos tan grandes, tan importantes, tan maravillosos. Un fascinante bichito, inventor del concepto sapiens, que consiguió crear millones de universos (tantos como bichitos) para perderse en sus infinitos mundos mas allá de su piel y sus huesos (El Arte, por nombrar)
Y es este universo al que pertenecemos, tan infinito y enorme, el que nos manipula a su antojo, al mismo que nos tiene inmerso entre sus agujas (como de relojes) dandole cuerda a las mismísimas entrañas del azar y de la suerte para hacer de nuestro mero existir un fascinante cosmos de encuentros, cambios y momentos. Y es en este firmamento poblado de otros firmamentos donde, evidentemente, a veces me pierdo y no logro a entender:
¿Por qué en este universo donde hay un numero infinito de estrellas, planetas, continentes, países, razas, religiones, profecías, músicos, actores, pintores, modelos guapos, coquetos artistas, asesinos, médicos, farsantes de billete, grupos organizados de skin, de latin, de ajedrecistas, de intercambio de parejas, de hermanos de la iglesia Maradoniana, maridos, amantes, hijos, tíos putativos, abueletes verdes, cuñao enrollados y majetes, futbolistas, marineros, barcos, carteras, alfombras de cachemir, camas, El Hotel Ritz, Pensión Triana, catres, piscinas, armarios, garajes, besos, caricias, pasiones, desencuentros, crisis, cambio y otra crisis y otro cambio, tiempo, espera, risas, angustias, nostalgias, amores, desamores, aventuras, soledad y espejos, tú vas y clavas tus ojos en los míos?. Estallando moléculas en cadena, paralizando el tiempo, la melodía y el caos global, reduciendo el aire a suspiro y alejándome de la lógica terrenal.
Y es este universo al que pertenecemos, tan infinito y enorme, el que nos manipula a su antojo, al mismo que nos tiene inmerso entre sus agujas (como de relojes) dandole cuerda a las mismísimas entrañas del azar y de la suerte para hacer de nuestro mero existir un fascinante cosmos de encuentros, cambios y momentos. Y es en este firmamento poblado de otros firmamentos donde, evidentemente, a veces me pierdo y no logro a entender:
¿Por qué en este universo donde hay un numero infinito de estrellas, planetas, continentes, países, razas, religiones, profecías, músicos, actores, pintores, modelos guapos, coquetos artistas, asesinos, médicos, farsantes de billete, grupos organizados de skin, de latin, de ajedrecistas, de intercambio de parejas, de hermanos de la iglesia Maradoniana, maridos, amantes, hijos, tíos putativos, abueletes verdes, cuñao enrollados y majetes, futbolistas, marineros, barcos, carteras, alfombras de cachemir, camas, El Hotel Ritz, Pensión Triana, catres, piscinas, armarios, garajes, besos, caricias, pasiones, desencuentros, crisis, cambio y otra crisis y otro cambio, tiempo, espera, risas, angustias, nostalgias, amores, desamores, aventuras, soledad y espejos, tú vas y clavas tus ojos en los míos?. Estallando moléculas en cadena, paralizando el tiempo, la melodía y el caos global, reduciendo el aire a suspiro y alejándome de la lógica terrenal.
Dime, ¿por qué?
¿Por qué a mi, tú que tenias todo el universo?
Foto: El Pais (Explosion de dos estrellas)
miércoles, 3 de octubre de 2007
Dolores de amor
¡Ay, maldito dolorcillo que repuntas en el estomago!,
¡Ay de ti conmigo y de mi que no te expulso!
¡Dolor inventado por los pensamientos de aire sucio,
de nervios sin confianza, de solitario desgastado¡
Dolor que me desgana y debilita la fuerza,
consumiéndome ante el desafío nuevo,
que sin saber si será bueno,
no deja el tiovivo de mi cabeza .
¡Ay dolorcillo de mis nervios y mis derrotas,
úlcera rota de vómitos ensangrentados,
rabia de los delirios deportados
producto de los silencios que desmoronan¡
¡Ay sufrimiento de mi vientre hundido,
cáncer de miocardio que ya no sabe que late
expuesto al favor de quien quiera el remate
de lo que ayer estuvo vivo y hoy se sepulta.
¡Ay dolorcillo que me provoca,
su adiós, su viaje, su llevarse la boca,
Ay dolorcillo desagradable,
¡Ay de ti conmigo y de mi que no te expulso!
¡Dolor inventado por los pensamientos de aire sucio,
de nervios sin confianza, de solitario desgastado¡
Dolor que me desgana y debilita la fuerza,
consumiéndome ante el desafío nuevo,
que sin saber si será bueno,
no deja el tiovivo de mi cabeza .
¡Ay dolorcillo de mis nervios y mis derrotas,
úlcera rota de vómitos ensangrentados,
rabia de los delirios deportados
producto de los silencios que desmoronan¡
¡Ay sufrimiento de mi vientre hundido,
cáncer de miocardio que ya no sabe que late
expuesto al favor de quien quiera el remate
de lo que ayer estuvo vivo y hoy se sepulta.
¡Ay dolorcillo que me provoca,
su adiós, su viaje, su llevarse la boca,
Ay dolorcillo desagradable,
dame el alivio de pensar que se equivoca!
viernes, 28 de septiembre de 2007
MIEDO
"El amor ahuyenta el miedo y, recíprocamente el miedo ahuyenta al amor. Y no sólo al amor el miedo expulsa; también a la inteligencia, la bondad, todo pensamiento de belleza y verdad, y sólo queda la desesperación muda; y al final, el miedo llega a expulsar del hombre la humanidad misma."
Aldous Huxley (1894-1963)
Tema (video): MIEDO
martes, 25 de septiembre de 2007
Sueño de una noche de otoño
A un milímetro grandioso a la redonda de mi organismo, en ese espacio que sólo roza el pelo agitado de mi cuerpo cuando baila de emociones y, alguna que otra vez, de la suave piel de quien me invade amistosamente, se cotiza últimamente recuerdos de aroma de entre tus pechos, piernas y cuello. Un espacio que fuera de ser reducido o estrecho, alberga partículas suficientes para rociarte entera de mi y hacerte sentir que estamos hechos de lo mismo.
No se olvida fácilmente el buen calor que deja el verano de tus abrazos ni la primavera de tus rincones, en estos momentos en los que temo la llegada de los fríos otoñales que anuncian inviernos. No olvido que al amor lo llamamos compañía, a nuestras responsabilidades “evolución personal”, al pan “comida” y al vino “tardes de risa”. No me olvido de la necesidad de necesitarte sin la obligación de pedirte, no por contrato ni por compromiso, ni mucho menos por el miedo de desgastarnos por tanto demanda, sino porque así perduramos en el tiempo y alargábamos el tranquilo momento de querernos en libertad.
Lo que no recuerdo, a causas de los olvidos, son la palabras escondidas y las calladas entre pecho y espalda al amén de no cambiar el misterio y saber si era Amor todo lo que nos pasaba. Los momentos que evitamos, los ladridos que susurramos, los imperfectos naturales de una evolución sensata. Los silencios de un kilómetro en alta mar, el estruendo despegar de un avión que se aleja o la afonía de las canciones que hicimos banda sonora de besos y encuentros. Olvidé las lágrimas, y la impotencia de un pañuelo humedecido, olvidé el caos de no poderme ordenar en un sinfín de conclusiones, porque no recuerdo el no recordarte y mucho menos el porque no te olvidé.
Pero es que no creo que sea importante tener capacidad para recordarte, lo importante es no tener ninguna intenciones para olvidar.
Ojala sea un buen otoño.
Foto: LA CATEDRAL (François-Auguste-René Rodin)
Tema (Video) : Sueño de una noche de otoño http://www.youtube.com/v/ctqbL7pikMI
Etiquetas:
Alberto de Paz - Sueño de una noche de otoño
martes, 21 de agosto de 2007
Quijote urbano
Al Quijote de Carabanchel le importaba una mierda lo que dijeran de él. Cuando recorría el barrio con su Derbi Variant negra, trucada hasta la llanta, con sus camisetas de Iron Maiden y su casco con unas alas pintadas a Tipex, erguía el cuello de tal manera que a nadie le era indiferente. Se burlaban con tanto argumento que rápido entendí el porque de su sobrenombre. Era un caballero a moto con un exagerada gallardía motoresca y a su vez un pobre diablo con alguna neurosis confundida.
Un día, según cuenta la leyenda urbana, mientras regresaba de Getafe de pillarle a su primo su dosis semanal de hachis encontró en su camino un campo lleno de grúas de construcción custodiando unos bloques inertes, parecían gigantes salvaguardando templos vacíos, o eso quise entender (tengo que mitificar y argumentar esta historia). Quizás fuera la poca luz del ocaso o la visión condicionada por la visita a su primo pero nadie entendió, en un principio, el porque el Quijote de Carabanchel estrelló su moto, su casco y su camisa contra la base de una de las aquellas grúas.
Varios meses después, cuando salió del hospital, sus conocidos del barrio le preguntaban por su salud y él, dolorido por las operaciones, comentaba:
Estaría mucho mejor si hubiera utilizado mi escudo y mi lanza,....
Un día, según cuenta la leyenda urbana, mientras regresaba de Getafe de pillarle a su primo su dosis semanal de hachis encontró en su camino un campo lleno de grúas de construcción custodiando unos bloques inertes, parecían gigantes salvaguardando templos vacíos, o eso quise entender (tengo que mitificar y argumentar esta historia). Quizás fuera la poca luz del ocaso o la visión condicionada por la visita a su primo pero nadie entendió, en un principio, el porque el Quijote de Carabanchel estrelló su moto, su casco y su camisa contra la base de una de las aquellas grúas.
Varios meses después, cuando salió del hospital, sus conocidos del barrio le preguntaban por su salud y él, dolorido por las operaciones, comentaba:
Estaría mucho mejor si hubiera utilizado mi escudo y mi lanza,....
lunes, 6 de agosto de 2007
...
jueves, 2 de agosto de 2007
LA BURBUJA
Vivo dentro de una burbuja.
No es una burbuja común de jabón y agua, no, más bien es de un material algo más resistente y que en ocasiones es transparente y en otras no, incluso me atrevo a afirmar que puede cambiar de forma, de textura y de firmeza. Son tan curiosos los distintos comportamientos que produce en mi esta extraña burbuja del cual soy el único habitante. Tengo la sensación de que se crea una especie de efecto invernadero que reproduce en el aire de su interior el resultado de mis emociones más internas. Siento como el aire se llena de calor ante la antipatía, de viento huracanado ante la duda, la amargura o los miedos, de colores y luz cuando me olvido de que estoy en ella. La verdad es que no se vive mal dentro de esta burbuja pero sin embargo mi preocupación básica, claro está, es donde está la realidad, dentro o fuera de ella.
No me gustaría que se confundiera la burbuja donde habito con mi espacio vital del que soy propietario y administrador. Mi espacio vital se puede invadir, compartir o limitar, es decir, se puede observar a un metro a la redonda de mi cuerpo, pero la burbuja de la que hablo es tan variable que es abstracta y, lejos de poder ser compartida o invadida, su única intención es ser el envoltorio de mis emociones. Normalmente lo que tiene de real y particular mi burbuja es que hace de cristal separador entre el escaparate y el observador, entre quien soy y el que mira, entre lo que miro y lo que realmente existe en el exterior.
Y todos tenemos una burbuja como si fuera unas gafas, y todos somos unos escaparate dividido por un cristal y es que no tendríamos personalidad si no tuviésemos nuestra particular, única y variante burbuja. Y hay que procurar saber como es, que necesidades de higiene y reparación tiene, cual es su graduación hacia fuera y hacia dentro, y qué hace que sea única y nuestra. En definitiva, hay que saber cuidar de nuestra burbuja porque si no nos convertimos en miopes sin gafas o escaparates sin cristal. Ciegos y desnudos.
No es una burbuja común de jabón y agua, no, más bien es de un material algo más resistente y que en ocasiones es transparente y en otras no, incluso me atrevo a afirmar que puede cambiar de forma, de textura y de firmeza. Son tan curiosos los distintos comportamientos que produce en mi esta extraña burbuja del cual soy el único habitante. Tengo la sensación de que se crea una especie de efecto invernadero que reproduce en el aire de su interior el resultado de mis emociones más internas. Siento como el aire se llena de calor ante la antipatía, de viento huracanado ante la duda, la amargura o los miedos, de colores y luz cuando me olvido de que estoy en ella. La verdad es que no se vive mal dentro de esta burbuja pero sin embargo mi preocupación básica, claro está, es donde está la realidad, dentro o fuera de ella.
No me gustaría que se confundiera la burbuja donde habito con mi espacio vital del que soy propietario y administrador. Mi espacio vital se puede invadir, compartir o limitar, es decir, se puede observar a un metro a la redonda de mi cuerpo, pero la burbuja de la que hablo es tan variable que es abstracta y, lejos de poder ser compartida o invadida, su única intención es ser el envoltorio de mis emociones. Normalmente lo que tiene de real y particular mi burbuja es que hace de cristal separador entre el escaparate y el observador, entre quien soy y el que mira, entre lo que miro y lo que realmente existe en el exterior.
Y todos tenemos una burbuja como si fuera unas gafas, y todos somos unos escaparate dividido por un cristal y es que no tendríamos personalidad si no tuviésemos nuestra particular, única y variante burbuja. Y hay que procurar saber como es, que necesidades de higiene y reparación tiene, cual es su graduación hacia fuera y hacia dentro, y qué hace que sea única y nuestra. En definitiva, hay que saber cuidar de nuestra burbuja porque si no nos convertimos en miopes sin gafas o escaparates sin cristal. Ciegos y desnudos.
miércoles, 1 de agosto de 2007
Idea perdida
He eliminado de mi cabeza otra idea brillante que se me presentó entre la Calle del Clavel y Libertad y la he tenido que triturar hasta la ultima ocurrencia porque no recuerdo cómo era. Es curioso, me llegó a la cabeza pensando qué escribir en este pergamino peregrino de la red al que todos llama blog y que yo he convertido en diario de los momentos de Paz. En realidad, creo (si no recuerdo mal) que tenía sobrecarga de descargar, es decir, exceso de despedir, expulsar. Es un impulso fascinante porque te inundan las ganas de escupir de alguna manera esos resortes tensos del día.
Cosas como: ¡Qué calor más derrotante y cuánto arde ver fuego en los montes de tu niñez!,... qué dolor de cuello da el dormir dando vueltas, y vueltas,...(qué miedo) ¡a este pais le preocupa más el terrorismo que la vivienda, y a nadie le importa el “problema de las drogas” (claro¡, ¿quién de coca no sabe de donde vienen los tiros). Y ese jefe recién llega de vacaciones con fuerzas y espíritu renovados, parece que rejuvenecen y vuelven a re-oprimirte,... y esos... esos que se ponen a gritar , fuerte, que la oficina se entere, “¡Me voy de vacaciones, adiós, hasta septiembre¡¡¡¡ (JODER¡¡¡ ya lo séeee, lo has dicho 30 veces so’chulo, en las dos ultimas semanas, 30 al día). Y esa falta de suerte durante el devenir de las horas, no sé, que me funcionara el mechero, por ejemplo, o que me llamara un productor de Universal, esas cosas que te hacen medir que tal ha ido el día (¿qué tal ha ido el día, cariño?). Hasta la melancolía de esta luna llena o lo vacío que está Madrid o, simplemente, lo mucho que echo de menos tirarme al mar y flotar. Todas esas cosas pude haber contado pero más me ha preocupado y preocupa es que no puedo recordar la idea que vino entre la calle Clavel y Libertad.
No lo recuerdo y me parece una falta de profesionalidad “bloggera” enviar mis ideas, sin defender que sean o no interesantes, al retrete del olvido temporal transitorio sin ni siquiera tener la oportunidad de que me arregle este día, que total, se acaba ya. En verdad puedo decir que lo mejor que le puede pasar a un mal día es que se acabe lo antes posible.
Que descansen....
Cosas como: ¡Qué calor más derrotante y cuánto arde ver fuego en los montes de tu niñez!,... qué dolor de cuello da el dormir dando vueltas, y vueltas,...(qué miedo) ¡a este pais le preocupa más el terrorismo que la vivienda, y a nadie le importa el “problema de las drogas” (claro¡, ¿quién de coca no sabe de donde vienen los tiros). Y ese jefe recién llega de vacaciones con fuerzas y espíritu renovados, parece que rejuvenecen y vuelven a re-oprimirte,... y esos... esos que se ponen a gritar , fuerte, que la oficina se entere, “¡Me voy de vacaciones, adiós, hasta septiembre¡¡¡¡ (JODER¡¡¡ ya lo séeee, lo has dicho 30 veces so’chulo, en las dos ultimas semanas, 30 al día). Y esa falta de suerte durante el devenir de las horas, no sé, que me funcionara el mechero, por ejemplo, o que me llamara un productor de Universal, esas cosas que te hacen medir que tal ha ido el día (¿qué tal ha ido el día, cariño?). Hasta la melancolía de esta luna llena o lo vacío que está Madrid o, simplemente, lo mucho que echo de menos tirarme al mar y flotar. Todas esas cosas pude haber contado pero más me ha preocupado y preocupa es que no puedo recordar la idea que vino entre la calle Clavel y Libertad.
No lo recuerdo y me parece una falta de profesionalidad “bloggera” enviar mis ideas, sin defender que sean o no interesantes, al retrete del olvido temporal transitorio sin ni siquiera tener la oportunidad de que me arregle este día, que total, se acaba ya. En verdad puedo decir que lo mejor que le puede pasar a un mal día es que se acabe lo antes posible.
Que descansen....
jueves, 19 de julio de 2007
TRANSITO
“Pasará entre la decisión y la duda, pasará a plena luz y a oscuras... [...] Sal corazón que se nos va la vida, sal corazón que por nosotros pasará” Javier Ruibal
Hoy es un día distinto, distinto porque sí. Porque a mi me da la real gana y placer. Hoy es el día de desencuentros con el mundo y reencuentros con el yo. Hoy es distinto el amanecer porque lo pinto a mi antojo y nunca me gusta que amanezca igual. No es que tenga que resolver las dudas de mi existencia humana inducido por el mundial stress o el desanimo general, y decida poner puño sobre la mesa contra mi cotidiana vida. No, es algo más complejo que todo eso. La simplicidad de la existencia es totalmente contraria a nuestro deseo de vivir, por eso es tan interesante. Por eso es tan interesante hacer revoluciones.
Hacer La Revolución es sacrificar un pensamiento y reemplazarlo por otro. Es recordar que hay algo que nos hace luchar, algo... eso, eso por lo que hay que pelear para que no nos quiten la libertad de ser revolucionarios. Pero no como El Ché, Chaplin o los Beatles, revolucionarios de nuestra propia vida, aunque solo sea por un momento, por el placer de que pase “ese momento”. Reconozco que no estamos en tiempos de revolucionarios ya que hoy en dia los consideran “locos” o “personaje”, inadaptados en una palabra. Lo único que diferencia un loco de un genio es el éxito y cada vez el éxito pasa más de moda. Por eso hoy me regazaré en la locura, tan genio como figura, tan tonto como soñador para rendirme a la evidencia de tener que ser quien soy.
Hoy me decido a plantar un árbol firme que me agarre a la tierra mientras intento que mis palabras vuelen mas allá, como el eco, como una canción.
Hoy me decido a colgar mi cartel de “se buscan sueños”.
Hoy no respeto ni a mis religiones, ni a mi sentido de deber y la felicidad, ni a mi insultante falta de fé ante el quedirán. Hoy renace la nueva forma de entender.
Hoy recojo alientos de cansancio y los arrojo ante el espejo, poniendo la cara, desafiando lo que veo y combatiendo el tiempo, el maldito tiempo.
Hoy decido seguir, seguir sin mirar atrás, recordando siempre quien soy y gracias a quien, porque les debo el haber tenido un camino.
Porque hoy comienza La Revolución, una revolucion que me llevara hasta otra, como la que me trajo a esta.
Hoy es un día distinto, distinto porque sí. Porque a mi me da la real gana y placer. Hoy es el día de desencuentros con el mundo y reencuentros con el yo. Hoy es distinto el amanecer porque lo pinto a mi antojo y nunca me gusta que amanezca igual. No es que tenga que resolver las dudas de mi existencia humana inducido por el mundial stress o el desanimo general, y decida poner puño sobre la mesa contra mi cotidiana vida. No, es algo más complejo que todo eso. La simplicidad de la existencia es totalmente contraria a nuestro deseo de vivir, por eso es tan interesante. Por eso es tan interesante hacer revoluciones.
Hacer La Revolución es sacrificar un pensamiento y reemplazarlo por otro. Es recordar que hay algo que nos hace luchar, algo... eso, eso por lo que hay que pelear para que no nos quiten la libertad de ser revolucionarios. Pero no como El Ché, Chaplin o los Beatles, revolucionarios de nuestra propia vida, aunque solo sea por un momento, por el placer de que pase “ese momento”. Reconozco que no estamos en tiempos de revolucionarios ya que hoy en dia los consideran “locos” o “personaje”, inadaptados en una palabra. Lo único que diferencia un loco de un genio es el éxito y cada vez el éxito pasa más de moda. Por eso hoy me regazaré en la locura, tan genio como figura, tan tonto como soñador para rendirme a la evidencia de tener que ser quien soy.
Hoy me decido a plantar un árbol firme que me agarre a la tierra mientras intento que mis palabras vuelen mas allá, como el eco, como una canción.
Hoy me decido a colgar mi cartel de “se buscan sueños”.
Hoy no respeto ni a mis religiones, ni a mi sentido de deber y la felicidad, ni a mi insultante falta de fé ante el quedirán. Hoy renace la nueva forma de entender.
Hoy recojo alientos de cansancio y los arrojo ante el espejo, poniendo la cara, desafiando lo que veo y combatiendo el tiempo, el maldito tiempo.
Hoy decido seguir, seguir sin mirar atrás, recordando siempre quien soy y gracias a quien, porque les debo el haber tenido un camino.
Porque hoy comienza La Revolución, una revolucion que me llevara hasta otra, como la que me trajo a esta.
Foto: Robada del blog de Tu psicópata favorito.
lunes, 7 de mayo de 2007
Regresar
Convencidos por el temor de que nadie nos creyese, sustrajimos, camino a la tierra más humana, siete mini-estrellas, un mapa constelar y ciertos artilugios para la comunicación a distancia. Podríamos contar lo que vimos, la sabiduría de los habitantes de aquel “otro mundo”, lo inolvidable de cada momento y nadie nos creería porque nadie estaba preparado para la verdad, ni siquiera el capitán Orsell, él único que junto a mi decidimos regresar.
- ¿Cómo vamos a explicarlo capitán? - le preguntaba incesantemente.
- Tendremos que callarlo y guardar el secreto en nuestro recuerdo, así no dejaremos de ser felices como ahora- me contestaba
- Pero si la humanidad necesita saber lo que hemos visto y cambiar así su falta de esperanza.
- La esperanza ya no es lo que era. Tendrías que anunciarlo en la tele, que algún presidente de alguna empresa o partido político viera algo de beneficio para sus intereses, que te apoyara y que, además, creara la necesidad en la gente para que lo pueden creer. Créeme, la humanidad no necesita verdades universales, necesita mentiras cotidianas.
- ¿Cómo vamos a explicarlo capitán? - le preguntaba incesantemente.
- Tendremos que callarlo y guardar el secreto en nuestro recuerdo, así no dejaremos de ser felices como ahora- me contestaba
- Pero si la humanidad necesita saber lo que hemos visto y cambiar así su falta de esperanza.
- La esperanza ya no es lo que era. Tendrías que anunciarlo en la tele, que algún presidente de alguna empresa o partido político viera algo de beneficio para sus intereses, que te apoyara y que, además, creara la necesidad en la gente para que lo pueden creer. Créeme, la humanidad no necesita verdades universales, necesita mentiras cotidianas.
Callé el resto del viaje y ya no meditaba sobre como publicar las verdades, más bien como librarme de los manicomios.
domingo, 11 de febrero de 2007
Comienzos y finales
Abandonar no debe ser el estilo de los que sueñan porque los convierte en el pesimista de su propias virtudes. Cuando se comienza algo hay que saber que se ha de llegar hasta su fin. Si no se puede finalizar algo, y se es apasionado, siempre queda el ardiente recuerdo de querer saber que hubiera pasado. La vida se podría definir como el arte de terminar todo lo que se empezó, o sea, irse con todo finiquitado. Sería un buen planteamiento para los que saben que después de esto no hay otra vida y si la hay no creo que sea mejor.
Por eso, cada día que pasaba sin poder escribir aquí, yo más me acordaba de que este pedazo de mundo compartido, estas publicaciones de mi hacia el infinito las había dejado a la mitad, como incompletas, como esperándome... y he vuelvo, mas que por el valor del compromiso, por la impaciencia de que algo o alguien esté esperando por mi para finalizar, para finalizar su espera. De verdad, es que me desespera.
Aunque la forma más rápida de finalizar una batalla sea darla por perdida nunca debemos derrochar la fuerza de nuestra lucha en algo que no amamos, porque las guerras más hermosas de ganar son aquella en las que nos jugamos el corazón. Por su latir, por su impaciencia por seguir bombeando, por que da la vida, por que es el sentido.
Así pues si en algo te gusta este tablón de mis publicados adentros y te pica la curiosidad de cual puede ser su final y durante un tiempo no despierta ninguna palabra, puedes confiar en que algún día, por mucho que pase el tiempo, volveré a derramarme en palabras y vaciar lo que me quede de pensamiento.
Esto no es un blog periodístico o de opinión, es el siquiatra más barato que encontré y su fin es entender, que no es lo mismo que curar, esta esquizofrenia propia (y muy particular) que da el ser racional. Como cada hijo de vecino. Y ese objetivo se hace difícil, quizás imposible, pero no se ha de abandonar porque conocerse a si mismo es de esas cosas que se ha de llevar a la tumba junto con todos sueños terminados.
Este tiempo de ausencia ha sido por estar en otros menesteres, como por ejemplo:www.myspace.com/albertodepaz
Por eso, cada día que pasaba sin poder escribir aquí, yo más me acordaba de que este pedazo de mundo compartido, estas publicaciones de mi hacia el infinito las había dejado a la mitad, como incompletas, como esperándome... y he vuelvo, mas que por el valor del compromiso, por la impaciencia de que algo o alguien esté esperando por mi para finalizar, para finalizar su espera. De verdad, es que me desespera.
Aunque la forma más rápida de finalizar una batalla sea darla por perdida nunca debemos derrochar la fuerza de nuestra lucha en algo que no amamos, porque las guerras más hermosas de ganar son aquella en las que nos jugamos el corazón. Por su latir, por su impaciencia por seguir bombeando, por que da la vida, por que es el sentido.
Así pues si en algo te gusta este tablón de mis publicados adentros y te pica la curiosidad de cual puede ser su final y durante un tiempo no despierta ninguna palabra, puedes confiar en que algún día, por mucho que pase el tiempo, volveré a derramarme en palabras y vaciar lo que me quede de pensamiento.
Esto no es un blog periodístico o de opinión, es el siquiatra más barato que encontré y su fin es entender, que no es lo mismo que curar, esta esquizofrenia propia (y muy particular) que da el ser racional. Como cada hijo de vecino. Y ese objetivo se hace difícil, quizás imposible, pero no se ha de abandonar porque conocerse a si mismo es de esas cosas que se ha de llevar a la tumba junto con todos sueños terminados.
Este tiempo de ausencia ha sido por estar en otros menesteres, como por ejemplo:www.myspace.com/albertodepaz
domingo, 14 de enero de 2007
Bocanadas
Una bocanada de aire podría liberarme de esta ansiedad. Un chorro intenso de aliento limpio, de viento tranquilo, de aire nuevo. Una llegada de la primavera con una puesta de sol desde una montaña o una caricia tranquila y dulce, mezcla de brisa marina y flores del bosque. Esa bocanada de aire que debe ser tan grande que pueda sentir que floto, que vuelo incluso durante esos pocos segundos de mi para mi.
A mi memoria me llegan bocanadas de aire que recordaré siempre, esas bocanadas frente a mares, miradores, plazas, mujeres, amigos. Bocanadas que terminan en suspiros, en esos suspiros alimentados de belleza, y en el placer de alimentar cada instante que nos rodea. Y en cada instante puedo respirar y sin embargo casi siempre se me olvida.
Sí, lo admito, necesito un río de aire fresco porque vendría bien para evitar esta ansiedad de no recordar que puedo respirar. Me curaría de ese palpitar que oigo en mi interior a ritmo de manifestación popular revindicando el aire, un salario digno de belleza en la necesidad de respirar, un corazón que baile a ritmo de poema en la voz de Joao Gilberto.
Es curioso pensar que algo que parece tan simple pueda convertirse en articulo de lujo, ¡una bocanada de aire!. En el fondo el aire es de esas pocas cosas que hoy en día podemos disfrutar completamente gratis. No alimenta, no quita la sed, pero sale gratis y es igual de necesario. Me encantaría invitarles a esta ronda de aire. Si fuera posible, luego de leer esto descansen el cuerpo, pónganse cómodos, imaginen el lugar de la tierra (o fuera de ella) donde les gustaría estar y después de un minuto exactamente respiren profundamente, sintiendo cada ola de aire, inundando los pulmones de vida, aumentando nuestro propio cuerpo y disfruten, disfruten de disfrutar, entregándonos a la perdida de ansiedad, y aspiren un instante de felicidad.
Os dejo a vuestra deseo más interno lo que hay que hacer para soltar el aire... ese momento es de interna reflexión, o no.
A mi memoria me llegan bocanadas de aire que recordaré siempre, esas bocanadas frente a mares, miradores, plazas, mujeres, amigos. Bocanadas que terminan en suspiros, en esos suspiros alimentados de belleza, y en el placer de alimentar cada instante que nos rodea. Y en cada instante puedo respirar y sin embargo casi siempre se me olvida.
Sí, lo admito, necesito un río de aire fresco porque vendría bien para evitar esta ansiedad de no recordar que puedo respirar. Me curaría de ese palpitar que oigo en mi interior a ritmo de manifestación popular revindicando el aire, un salario digno de belleza en la necesidad de respirar, un corazón que baile a ritmo de poema en la voz de Joao Gilberto.
Es curioso pensar que algo que parece tan simple pueda convertirse en articulo de lujo, ¡una bocanada de aire!. En el fondo el aire es de esas pocas cosas que hoy en día podemos disfrutar completamente gratis. No alimenta, no quita la sed, pero sale gratis y es igual de necesario. Me encantaría invitarles a esta ronda de aire. Si fuera posible, luego de leer esto descansen el cuerpo, pónganse cómodos, imaginen el lugar de la tierra (o fuera de ella) donde les gustaría estar y después de un minuto exactamente respiren profundamente, sintiendo cada ola de aire, inundando los pulmones de vida, aumentando nuestro propio cuerpo y disfruten, disfruten de disfrutar, entregándonos a la perdida de ansiedad, y aspiren un instante de felicidad.
Os dejo a vuestra deseo más interno lo que hay que hacer para soltar el aire... ese momento es de interna reflexión, o no.
Foto: Cristiana Ceppas
lunes, 8 de enero de 2007
Hijas de La Luna
Hay que ver como son las cosas,
hoy que tocaba la reflexión
Si el tiempo me lo permite
me cagaré en la evolución.
Perdí el coco en la edad media,
me fumé el porro y el amor,
bebí licores de bellezas
que a veces si que a veces no.
Resistí dolores de cabeza
que me dejaron resacas de saber,
de entender, de pillar
de querer y no poder.
hoy que tocaba la reflexión
Si el tiempo me lo permite
me cagaré en la evolución.
Perdí el coco en la edad media,
me fumé el porro y el amor,
bebí licores de bellezas
que a veces si que a veces no.
Resistí dolores de cabeza
que me dejaron resacas de saber,
de entender, de pillar
de querer y no poder.
Suspendí el examen de conciencia,
me entregué al deseo mas vil.
Tuve fracasos como metas
que a veces sí que a veces no.
Y no conseguí, de ninguna manera,
escapar de esta oscura y negra noche,
en la que te encuentro
¡Maldita hija de la luna!
¡Malditas hijas de la luna!
Sé, que a ti nadie ti invita
Siempre vienes de buena compañía
Torciendo en luna creciente
el cuello de tu poniente.
Los buhos no duermen esta noche,
y hay serpientes que quieren besar,
Seguro que esta noche no te encuentro
o tal vez sí o tal vez no.
Y no conseguí, de ninguna manera,
escapar de esta oscura y negra noche,
en la que te encuentro
¡Maldita hija de la Luna!
¡Malditas hijas de la Luna!
Musica: En próximos conciertos
miércoles, 3 de enero de 2007
Incógnita
Resolvamos una ecuación que me tiene sin dormir. (y +1 = 3) esta claro que dentro de este “contexto lógico” (en el que me hayamos) ya podemos adivinar o aproximar un valor para “y” (es posible que alguien me diga lo contrario, no sé, le creo). En este caso “y” es un símbolo que quiere despistarnos falsamente, disfrazando su identidad, conspirando en la sombra, mientras esconde un valor intrínseco. Que ya sabemos. Que es un valor constante, siempre el mismo, cíclico incluso, qué solo vive de la acción de ser despejado. Despejarse como incógnita y así ser alguien, tener un valor. Dura vida la de “y”.
¿pero que pasaría si “y” como, incógnita que es, decide vivir adquiriendo la mayor cantidad de valores que pueda, ser un variable indefinida, ser a veces esto y otras lo otro, hacer cambios constantes y aprender para conseguir mas valores diferentes. La ecuación no sería una ecuación con necesidad de despejarse, de mover sus esencia, seria una ecuación dinámica con independencia y adquiere miles de valores en ese movimiento. Y es que ecuación sin resultado seguro hace mas entretenida la suma y las restas de las cosas, que al fin y al cabo, eso son los cambios ¿no?
Creo llegar a la conclusión, no matemática, de que en el Ley del Cambio esta la esencia de una vida donde siempre, en el fondo, siempre se es una incógnita.
¡FELIZ CAMBIO DE AÑO!.
FOTO: M. C. Escher
¿pero que pasaría si “y” como, incógnita que es, decide vivir adquiriendo la mayor cantidad de valores que pueda, ser un variable indefinida, ser a veces esto y otras lo otro, hacer cambios constantes y aprender para conseguir mas valores diferentes. La ecuación no sería una ecuación con necesidad de despejarse, de mover sus esencia, seria una ecuación dinámica con independencia y adquiere miles de valores en ese movimiento. Y es que ecuación sin resultado seguro hace mas entretenida la suma y las restas de las cosas, que al fin y al cabo, eso son los cambios ¿no?
Creo llegar a la conclusión, no matemática, de que en el Ley del Cambio esta la esencia de una vida donde siempre, en el fondo, siempre se es una incógnita.
¡FELIZ CAMBIO DE AÑO!.
FOTO: M. C. Escher
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